INTEL OPTANE
¡Muy buenas a todos y bienvenidos a un nuevo post!
Hoy os traemos lo que puede ser la revolución de los discos duros, y no, no estamos hablando de los discos ssd m2, sino de un nuevo término que ha surgido desde la gigante tecnológica líder; Intel Optane.
La presentación de la nueva familia Optane de unidades de memoria, llega tras años de desarollo y con la premisa de enterrar al disco duro tradicional. De hecho, Intel parecía indicar que sus memorias no voláticles 3D XPoint podrían incluso ponérselo difícil a los exitosos SSD.
Las cosas no están tan claras ahora que las primeras unidades han llegado tanto al mercado empresarial como al mercado del usuario final. Al menos en el segundo caso nos encontramos con unidades pequeñas y cuyas ventajas, por mucho que lo diga Intel, no dejan entrever ninguna revolución en el mercado actual. Parece más bien que Intel se quiere inventar una solución a un problema que ha ido desapareciendo paulatinamente.
Desde Intel plantean su solución para usuario final como una solución para actuar como caché de un sistema de almacenamiento tradicional más amplio gracias a los controladores Rapid Storage Technology. Eso plantea algunas barreras para los usuarios, como el hecho de estar soportado sólo en Windows 10 64 bits y sólo para la partición de arranque.
Esto implica que las memorias Optane de 16GB (37€) y 32GB (65€) para usuario final están orientadas a servidor como una especie de "aceleradoras" para que el sistema operativo y las aplicaciones más usadas vayan más fluidas.
En el portal informático "AnandTech" los rendimientos en lectura son espectaculares (1.200 MB/s). Aunque cuando se trata de escribir, la cosa desciende bastante, siendo exactos, hasta los 280 MB/s, no obstante es cierto que esta orientación al cacheo de operaciones frecuentes hacen que ese desequilibrio no sea tan importante.
PROFUNDIDAD DE COLA
Para defender la validez de la idea, en Intel nos hablan de un término que se había manejado poco en análisis técnicos: la profundidad de cola (Queue Depth, QD), que indica el número de peticiones pendientes de entrada/salida (E/S) que se pueden "encolar" al mismo tiempo en un controlador de almacenamiento.
Como explican en LegitReviews, Intel proporcionó una serie de estudios en las que se evaluaba en qué tipo de profundidad de cola estaban distintos tipos de aplicaciones y operaciones, y en esa gráfica se demostraba que las profundidades de cola bajas eran mucho más importantes que las altas en la mayoría de operaciones de lectura y escritura. A lo largo del tiempo, revelaban los estudios de Intel, la mayoría de las operaciones se situan entre las QD1 y las QD4.
Ahí es donde está el verdadero beneficio de las memorias Optane: se portan fantásticamente en esas QD bajas, frente a un disco duro que sufre ante esas situaciones. Por esa razón Optane tiene sentido para Intel en esos escenarios en los que según Intel se pueden lograr hasta 14 veces los rendimientos de unidades tradicionales, y que también son superiores a los SSD convencionales e incluso a las atractivas unidades M.2 NVMe.
USO EN PROCESADORES
Si uno se fija en los casos de uso propuestos por Intel en la imagen que veremos a continuación, se ve cómo la propuesta de Intel Optane está orientada sobre todo a equipos con un disco duro tradicional en los que ésta unidad podría mejorar notablemente el comportamiento general del equipo gracias a esos datos generados en lectura.
El discurso, de hecho, es muy similar al que se ha realizado durante los últimos años con las unidades SSD. Si no tienes una unidad de este tipo en tu equipo, actualizarlo para instalar el sistema operativo en ella es una fantástica idea que te permitirá "rejuvenecerlo". Con Optane la idea es básicamente la misma, pero es como si Intel hubiera llegado tarde a la fiesta. Si ya tenemos SSDs, ¿para qué necesitamos Optane?
Según Intel, se trata de una alternativa más barata que la de un SSD. De este modo, podrías combinar una unidad HDD tradicional de 1 TB con una unidad Optane de 32 GB y el coste sería inferior al de una unidad SSD de 1 TB e incluso que una de 500 GB. Es algo así como una evolución de las unidades de disco duro híbridas que se han hecho famosas en equipos de Apple con sus famosos Fusion Drive, una opción que podría ser curiosa en ciertos escenarios.
El problema con ese planteamiento es que en realidad uno no puede "actualizar" sus equipos con Optane. Este tipo de módulos M.2 solo están disponibles para equipos con ciertos procesadores de séptima generación de Intel, y solo con algunos chipsets. No todos los fabricantes de placas base ofrecerán soluciones compatibles, lo que limita el alcance de la solución.
De hecho aun en el caso de tener un equipo compatible, ¿para qué queremos Optane? Es muy poco probable que alguien que se compra un equipo con uno de los nuevos chipsets y procesadores de Intel instale como unidad principal un disco duro: las unidades SSD M.2 NVMe son una alternativa demasiado atractiva, y los precios no son tan elevados. Es cierto que si quieres ahorrar un poco de dinero puedes optar por combinar un disco duro tradicional con una de estas unidades Optane, pero ¿no prefieres tener una unidad SSD para todo?
Hasta aquí el artículo de la nueva tecnología de Intel que es posible que a muchos usuarios les parezca que llega al mercado con algo de retraso.
Antes de teminar queremos dar las gracias a la web de Xataka por proporcionar información de gran utilidad.
Un saludo de parte de Grupo Aleben.
¡Hasta la próxima!
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